Es evidentemente humano coleccionar cosas. Algunas personas coleccionan zapatos, otras coleccionan sellos postales y algunos de nosotros coleccionamos pescado.

Cuando recolectamos peces, o cualquier otro ser vivo, tenemos la carga de asegurarnos de que nuestros «ejemplares» reciban las mejores condiciones de vida posibles. Esto se vuelve cada vez más difícil a medida que nuestra colección se vuelve más grande y diversa. En algunos casos, esto puede significar que se mantienen varios tanques de especies. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los aficionados a los acuarios optan por mantener una variedad de peces en un solo tanque comunitario .

¿Cuántos peces pueden vivir en un tanque?

Las peceras comunitarias presentan desafíos especiales. Por supuesto, uno debe determinar la mayor cantidad de peces que su tanque puede albergar adecuadamente. A menudo se aconseja a los acuaristas que se ciñan a una pulgada de pescado por galón de volumen de agua del acuario. Si bien esta regla puede ser suficiente como una pauta muy básica, debe considerarse arbitraria. Simplemente hay demasiados otros factores en juego aquí.

Detalles como el régimen de alimentación/mantenimiento y el tipo/tamaño del filtro pueden influir significativamente en la densidad máxima manejable de animales (a veces denominada biocarga). Repoblar por encima de la capacidad de biocarga de un sistema puede resultar en una exhibición sucia y antiestética en el mejor de los casos, o en el peor de los casos, mala calidad del agua y la muerte de los peces.  

Otra razón por la que la métrica de pulgadas/galón es imperfecta es que no tiene en cuenta (1) el potencial de competencia/depredación, y (2) el uso diferente del espacio vital de las diferentes especies de peces.

Por ejemplo, probablemente sea mucho más factible mantener con éxito 30 pulgadas de neon tetras (que son escolares pacíficos) que 10 pulgadas de cíclidos africanos mbuna (que son muy agresivos y territoriales) en un tanque de 20 galones. Por lo tanto, al configurar un tanque comunitario, se debe evaluar cuidadosamente la compatibilidad de todas las especies potenciales que se agregarán. Es decir, las especies seleccionadas no solo deben ser capaces de prosperar en el mismo ambiente (con respecto a temperatura, pH, caudal de agua, salinidad, etc.), sino que también deben poder jugar bien entre sí. 

¿Qué peces pueden vivir juntos en paz?

La especie es sin duda un indicador importante de si dos peces jugarán bien juntos o no. Algunos libros de mantenimiento de acuarios incluso incluyen tablas de compatibilidad de peces como una guía práctica. Pero la compatibilidad en la vida real entre los animales difícilmente puede determinarse solo por especies.

Hay muchos factores que influyen en el temperamento y las necesidades de espacio de un pez individual. Estos incluyen el tamaño, la edad, el sexo y la historia de vida (es decir, su entorno social antes de la introducción en su acuario). El entorno físico del tanque también puede afectar las interacciones entre peces individuales. Estos pueden incluir características del paisaje acuático o incluso la intensidad de la luz. Debido a que hay tantas cosas que pueden afectar el comportamiento de un pez cautivo, un acuarista debe tomar un curso de acción bien informado (y hacer algunas conjeturas informadas) mientras abastece una pecera comunitaria.

A medida que la comunidad crece y se vuelve más variada, será cada vez más difícil encontrar nuevos compañeros de tanque sociables. Aquí, la compatibilidad va más allá de que los peces simplemente se lleven bien entre sí. Sus elecciones estarán determinadas por las posibles relaciones de depredador y presa, y por los comportamientos de alimentación. Por ejemplo, si desea incluir camarones ornamentales o plantas vivas en su acuario, tendrá que elegir peces que no se aprovechen de los invertebrados ni de las plantas vivas del acuario.

Crear espacios seguros para sus peces

Por simples y primitivos que parezcan, los peces individuales pueden poseer personalidades sorprendentemente únicas. Si bien algunos de estos rasgos de personalidad surgen de la genética, muchos son simplemente el resultado de comportamientos aprendidos. Como tal, los peces pueden ser entrenados o manipulados para que se comporten de manera favorable. De hecho, hay algunas precauciones que uno puede tomar para ayudar a garantizar que una comunidad de peces coexista armoniosamente.

La primera de estas acciones implica la creación de un paisaje acuático ideal. Por un lado, siempre es una buena idea proporcionar un amplio espacio para nadar para las especies activas. Estas áreas relativamente abiertas deben hacerse sobre el fondo (para natación horizontal o de ida y vuelta) así como en la columna de agua abierta (para natación vertical o de arriba hacia abajo). Además, y quizás lo más importante, debe haber una gran cantidad de escondites. Se puede crear una buena variedad de pieles con ramas hundidas, repisas rocosas y matorrales de plantas. Además de hacer discretos escondites, levantar tabiques con plantas de mayor tamaño, piedras, etc. ayudará a descomponer el terreno y minimizar así las disputas territoriales. 

Al planificar la comunidad de peces, uno debe asegurarse de elegir especies que habitan en diferentes partes del tanque. Por ejemplo, uno podría seleccionar un pez mariposa Pantadon para que resida en la superficie, un par de peces disco para que residan en las aguas medias y una manada de lochas payaso para que residan en el fondo. Simplemente manteniéndose fuera del camino de los demás, será menos probable que los compañeros de tanque se peleen por el espacio o la comida.

Los recién llegados son, con mucho, los más propensos a sufrir acoso. Por lo tanto, el orden de introducción puede afectar en gran medida el resultado de las interacciones de los peces. Para dar a las especies más pequeñas, más lentas o más tímidas una ventaja valiosa, puede ser mejor agregar las especies más agresivas o depredadoras al final.

La recompensa por una planificación cuidadosa

Teniendo en cuenta estas consideraciones, podríamos considerar una pecera comunitaria como algo más que una mera mezcolanza de especies escogidas al azar. Cualquier tanque mixto puede albergar especies según criterios bastante superficiales (como el color), mientras que un verdadero tanque comunitario albergará una población cuidadosamente seleccionada de especies ecológicamente complementarias.

Sin duda, los acuarios comunitarios pueden ser restrictivos con respecto a la cantidad de individuos y especies que se pueden mantener en un tanque. Sin embargo, estas pequeñas limitaciones tienen una gran recompensa: ¡peces más felices y saludables!

Por Dr. Elias Forest

Egresado de la UNAM en 1985, con maestría en Ciencias Veterinarias. Actualmente Jefe del Departamento de Medicina, Reproducción, Etología, Nutrición y Zoología en Tamaulipas.

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