Sí, vamos a explicar …
Para aquellos que aman su carne sabrosa y pulpa rellena de semillas, los tomates pueden ser un verdadero manjar. Para otros, los tomates son un bocado horrible. Independientemente de tus preferencias personales, los tomates están en todas partes: en las tiendas de comestibles y en los jardines de los patios, en las hamburguesas, las pizzas y más. También vienen en casi todas las formas y variedades imaginables, desde tomates secados al sol y pequeños tomates cherry hasta grandes y coloridos.
Entonces, ¿qué hay de nuestros amigos borrosos y fríos?
A algunos perros realmente les gustan los tomates y los sorberán alegremente. Estos tienden a ser los perros que comen fácilmente cualquier cosa que se les ofrezca y / o cualquier cosa que constituya “comida de personas”. Otros perros olfatearán la sustancia extraña y lo mirarán como si también fuera un extraterrestre, preguntándose por qué alguien querría comer un tomate.
Los tomates contienen vitamina C que, en grandes cantidades, puede causar algunos trastornos gastrointestinales en los perros, entre ellos, disminución del apetito, vómitos, micción y letargo.
Además, los tallos y las hojas de los tomates contienen oxalatos que, si se ingieren, pueden producir cálculos en la vejiga y en casos graves, pueden causar insuficiencia renal aguda. Nunca alimentes con tomates a perros con reflujo gástrico, enfermedad inflamatoria intestinal, cálculos en la vejiga o enfermedad renal.
Si decides alimentar a tu perro con tomates, primero revisa estas pautas.
Pautas de alimentación:
La moderación es clave con cualquier tipo de tratamiento. Una rodaja o dos de tomate fresco una vez al día es suficiente.
Mantente alejado de las pastas y las salsas para pizza, ya que con frecuencia se mezclan el ajo y la cebolla, que son grandes para los perros. Además, los tomates enlatados también pueden tener niveles más altos de sodio, al igual que algunos tomates secados al sol, que los perros tampoco necesitan.
En general, apuesta por los tomates frescos de fuentes confiables: tu tienda de comestibles local, de confianza, el mercado de agricultores o el jardín son sus mejores opciones. NUNCA alimente a tu perro con tomates silvestres o que hayan sido fuertemente tratados con pesticidas.
Entonces, ¿puedo alimentar a mi perro con tomates?
La respuesta es: ¡sí! Con moderación y siempre que tu cachorro esté sano, sin antecedentes de enfermedades graves, los tomates son un refrigerio bastante seguro. Dicho esto, la porción individual de tu perro nunca debes entregarle en una hamburguesa con queso. Protege el estómago de tu perro y guarda la hamburguesa para ti.