Tu gato se afila sus garras y te destroza tus pertenencias. Te tenemos 3 puntos para poder minimizar estos efectos.
Repeler a tu mascota de los muebles
Los rincones tapizados como sofás y sillas son un imán rascador, pero tu puedes hacerlos menos atractivos mediante la aplicación de un disolvente a base de hierbas en forma de spray (lo venden en tiendas especializadas) . Los aerosoles a base de hierbas reemplazan los «marcadores» territoriales dejados tras rascarse con un olor desagradable para desalentar el rascado repetido. Existen también unas tiras adhesivas que reducen el rascado de otra manera (podemos usar cinta doble cara transparente de venta en ferreterías).
Las patas de los gatos son extremadamente sensibles al tacto, habiendo evolucionado para detectar las vibraciones más ligeras de la presa que crujen a través de las hojas y del cepillo. Esta sensibilidad aguda hace a las superficies «pegajosas» excepcionalmente molestas para ellos y los gatos evitarán rasguñar cualquier lugar que contenga un adhesivo. Ambas opciones son casi invisibles para el ojo humano o la nariz, pero producen resultados claramente visibles.
Cambiar sus juguetes
Si su felino no tiene un lugar especial para soltar arañazos, no es de extrañar que ellos preferirán la tapicería y la madera de sus muebles por su comportamiento instintivo. Si ofreces alternativas más atractivas como mensajes, (muebles o tableros especiales para ellos) pronto encontrarás a tu gato prefiriendo rascar en ellos.
El área de rasguño está alrededor de los marcos de puerta y de las patas de madera de escritorios, considere colocar postes hecho de cedro.
Si su gato no puede resistir los lados blandos de su sofá o la siesta de su mejor alfombra, elija un palo alfombrado para el gato .
No importa qué opción tentadora proporciones para sustituir tus propios muebles, una pizca o un aerosol del «catnip» (menta de gato: de venta el herbolarias o lugares especializados) en el área que tu quieras que rasguñe lo animará a acudir a ella.
Cortar uñas
Otra solución son las garras de su gato para reducir el daño. El recorte de las uñas de tu gato como parte de su rutina de aseo regular es una de las maneras más eficaces de contener el daño de arañazos. Utilice una cortadora veterinaria, apretando suavemente cada pata para exponer las garras retráctiles. Para los gatos que resisten el manejo, trate de envolverla en una toalla suave para una sujeción segura. Solo no recorte muy atrás, observe a contra luz, ya que las uñas están alimentadas por vasos sanguíneos y podría ocasionar una grave herida a su mascota. Es recomendable que solo recorte las puntas.
No dude en demostrarle a su mascota cómo usar sus nuevos muebles para rascar y recompense con un montón de elogios y golosinas cuando siga su buen ejemplo.
Sugerencia:
Si bien el rascado puede causar estragos en sus muebles, es un comportamiento poderoso, instintivo y prácticamente imposible de detener por completo. Los gatos rasguñan para arrojar las capas externas de sus garras, para marcar su olor, para conseguir la atención, estirar y condicionar los músculos en sus patas.