Ya sea en un sándwich, en una galleta o en un apio, la mantequilla de maní es uno de los bocadillos más versátiles.

De hecho, la propagación icónica se puede utilizar incluso como un tratamiento para perros. A muchos cachorros, como a los humanos, les encanta el sabor dulce y salado de la mantequilla de maní.

Antes de darle mantequilla de maní a tu perro, hay algunas cosas que debes tener en cuenta:

 

Consideraciones

  • Compra una mantequilla de maní natural que no incluya azúcares o aceites agregados.
  • Vuelve a revisar la etiqueta para asegurarte de que su mantequilla de maní no incluya xilitol, un edulcorante artificial que es extremadamente tóxico para los perros.
  • Usa mantequilla de maní con moderación, ya que es muy alta en grasas y calorías.
  • No uses mantequilla de maní si tu perro es alérgico al cacahuate y derivados.
  • Evita la mantequilla de maní por completo si tu perro tiene un historial de pancreatitis o problemas para digerir las grasas de la dieta.
  • No alimentes a tu perro con mantequilla de maní espesa o cacahuetes enteros, ya que pueden causar peligrosas vías respiratorias y obstrucciones gastrointestinales.

 

¿Quieres que tu cachorro tenga un regalo muy especial?

Estas galletas de mantequilla de maní seguramente serán un éxito.

(Recuerda: las golosinas deben administrarse con moderación, incluso cuando se hacen en casa).

 

 

Galletas de mantequilla de maní y plátano

Ingredientes

  • 1 plátano maduro pelado
  • 1 huevo
  • 1 taza de harina integral
  • 2/3 tazas de avena enrollada
  • 4 cucharadas de mantequilla de maní natural sin azúcar

 

Instrucciones

  1. Precalentar el horno a 350 grados F (175 C).
  2. En un tazón grande, machacar el plátano
  3. Añadir los ingredientes restantes y combinar.
  4. Enrolla la mezcla en bolitas pequeñas, usando aproximadamente 1 cucharada de masa para cada una.
  5. Coloca sobre una bandeja para hornear forrada de pergamino, y usa un tenedor para presionar un poco hacia abajo y aplanar en los discos.
  6. Hornea durante 40 minutos o hasta que esté ligeramente dorado y crujiente.

Por Dr. Elias Forest

Egresado de la UNAM en 1985, con maestría en Ciencias Veterinarias. Actualmente Jefe del Departamento de Medicina, Reproducción, Etología, Nutrición y Zoología en Tamaulipas.

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